jueves, 20 de septiembre de 2012

¡Adios!


Me voy. Y esta es mi entrada cursi de turno necesaria para dar a entender las razones por las que, después del que considero (de momento) el mejor verano de mi vida, abandono una de las cosas que en tantas ocasiones me ha salvado de la desesperación más absoluta.

Ella, Melocotón, Mell y Kairi no eran más que unas crías. Una mente infantil y terriblemente insegura a unos quince años de edad en los que su cuerpo le había dejado claro que, aunque según su DNI estuviera ya entrada en la adolescencia, seguía siendo una niña pequeña. Sentía que el mundo se movía sin ella.
No supo explicar por qué hasta más de un año de terapia mas tarde.
Sucesos encadenados hicieron que entrara en un torbellino de evoluciones.
No puedo ser tan insegura.
No es necesario ser tan dependiente.
No tengo que ser perfecta.
Puedo hacer lo que me de la gana con mi vida, no quiero exigirme a mí misma.
No recuerda y no sabe las razones de sus muchas malas obras, pero ya no le quitan el sueño. Sabe que es como es y que hay gente que la quiere por ello.
No es perfecta, pero nadie lo es.

Hoy cierro una parte importante de mi vida. Me deshago de este blog, que tantísimo significó para Kairi para centrarme enteramente en Marina, de quien he descuidado mucho durante muchos años de mi vida; escondiéndola; avergonzándome de ella.
Porque Ella se escondió por vergüenza, Mell nunca valoró como realmente era, Melocotón nunca valoró lo que tenía hasta que lo perdió, Kairi empezó a cambiar su mundo… y a mi me toca vivir ahora lo que Kairi ha conseguido. De lo que este blog, que tanto he necesitado y tantas alegrías (y desesperaciones) me ha dado, ha logrado hacer conmigo. He reído, he llorado y me he hecho preguntas que aún ahora no tienen respuesta (¿que brujería hay detrás de los malditos chats?)

Ya en época de inicios de este blog, cuando sólo era una paranoica y aislada niña que no se atrevía a mirar a los ojos de un chico sin sonrojarse hasta la médula (¿dónde quedó esa vergüenza?), ya tenía la costumbre de ponerse extraños motes y de inventar historias sin sospechar que, dos años después, me servirían para rescatar la memoria del pasado y para sobrevivir a mi propio espanto.
(¿Alguien adivina de donde he sacado esto?)


Hablando hace un par de semanas con Ashdust le comentaba que quería hacer esta entrada porque tenía la sensación de que acabando el blog (aunque este se haya convertido ya  casi en un sinsentido) daría por cerrada una etapa de mi vida. Es decir; este año ha sido muy intenso en todos los aspectos. Como por ejemplo que he terminado el instituto, he sobrevivido a selectividad, me han admitido (de milagro) en lo que quiero y en la universidad que… bueno, que quería en un principio… puede que me dejara influir por un factor indeciso externo (como me dijo una vez Roxas) para cambiar de opinión… pero al final no hubo tu tía, así que iré a la Universidad de Elche (que tiene mucha guasa que se llame Miguel Hernández, con lo cansino que me resulta ese hombre).
Pero en definitiva a estudiar psicología, que es lo que quiero, y eso es lo más importante.

No quiero enrollarme más que perderé el hilo de lo que digo muy pronto. Sólo queda decir que tengo claro que las cosas seguirán cambiando. Todo aquello que está bien ahora acabará al igual que los problemas se irán. Pero bueno, son cosas del paso del tiempo… y las superaré tarde o temprano. Porque no estoy sola: tengo una familia alucinante y unos amigos estupendos con los que se que puedo contar para lo que sea. 

¡Y no puedo irme por supuesto sin poneros música!











Y tampoco sin hacerle un pequeño homenaje a Ashdust, sin la cual no habría disfrutado tanto de este blog.


Voy a echar mucho de menos nuestras tonterías de clase. Como el pato donald y las matemáticas (na nanana nanana...) o la sucia y vil cangremosca xD

Y por último, esta. Mi canción de despedida.


Saluditos! ;D